Sin duda, el protagonista de una oposición es el opositor. Los demás (preparadores, profesores, centro de estudios, temarios...) son personajes secundarios o, simplemente, el decorado de la obra teatral. Pero el personaje central de ésta eres tú, el opositor. Que el desenlace sea comedia o drama depende, principalmente, DE TÍ. Nadie podrá examinarse por tí. Por tanto, debes concienciarte de tu papel de líder en esta andadura, y tomar las riendas. Nadie podrá sustituirte, ni ocupar tu puesto o desempeñar tu papel. Por eso, te pido que «cargues las pilas», que hagas acopio de todas tus fuerzas, que recolectes todas tus energías. ¡Las vas a necesitar!.
Los preparadores son tus ayudantes, tus orientadores, tus guías. Sin duda, debes apoyarte en el equipo docente (y también en los compañeros). Están a tu disposición para motivarte, marcar tu ritmo de estudio, actualizar el temario, explicarlo, aclarar tus dudas y evaluar el estado de tu preparación. Pero, al fin, ellos, sin tí (sin tu esfuerzo) no tienen nada que hacer. Del mismo modo, la familia y los amigos pueden prestarte un apoyo moral muy valioso. ¡Utilízalo! Cultiva el compañerismo: nadie te comprende mejor que otro opositor.
Puesto que se has decidido a opositar, debes concentrar tu vida en esta actividad. Tu empleo será el de opositar. Tómatelo como un verdadero empleo que, como cualquier otro, requiere un horario. No es necesario que lleves una vida de monje de clausura. Más horas de estudio no siempre equivalen a mayor rendimiento. Lo que necesitas es, sobre todo, ORGANIZARTE.
Para evitar desmoralizarte debes proponerte OBJETIVOS INMEDIATOS, para que vayas viendo los resultados. Una oposición se gana por etapas.
Una oposición es una competición en la que luchas contra tí mismo y también contra los demás opositores. Lo que hagan éstos no depende de tí. Lo que hagas TU, sí. Por tanto, dedícate a preparar la oposición con la máxima dedicación. No obstante, te aconsejo que busques nuevos amigos entre los compañeros de oposición, te serán muy útiles, te apoyarán en muchas ocasiones, porque tienen unas inquietudes comunes.
Los preparadores son tus ayudantes, tus orientadores, tus guías. Sin duda, debes apoyarte en el equipo docente (y también en los compañeros). Están a tu disposición para motivarte, marcar tu ritmo de estudio, actualizar el temario, explicarlo, aclarar tus dudas y evaluar el estado de tu preparación. Pero, al fin, ellos, sin tí (sin tu esfuerzo) no tienen nada que hacer. Del mismo modo, la familia y los amigos pueden prestarte un apoyo moral muy valioso. ¡Utilízalo! Cultiva el compañerismo: nadie te comprende mejor que otro opositor.
Puesto que se has decidido a opositar, debes concentrar tu vida en esta actividad. Tu empleo será el de opositar. Tómatelo como un verdadero empleo que, como cualquier otro, requiere un horario. No es necesario que lleves una vida de monje de clausura. Más horas de estudio no siempre equivalen a mayor rendimiento. Lo que necesitas es, sobre todo, ORGANIZARTE.
Para evitar desmoralizarte debes proponerte OBJETIVOS INMEDIATOS, para que vayas viendo los resultados. Una oposición se gana por etapas.
Una oposición es una competición en la que luchas contra tí mismo y también contra los demás opositores. Lo que hagan éstos no depende de tí. Lo que hagas TU, sí. Por tanto, dedícate a preparar la oposición con la máxima dedicación. No obstante, te aconsejo que busques nuevos amigos entre los compañeros de oposición, te serán muy útiles, te apoyarán en muchas ocasiones, porque tienen unas inquietudes comunes.
2 comentarios:
Hola Guapo!!!!!. Me encanta tu blog...es genial, como tú.
Besitos y que siga creciendo el blog.
Vaya, acabo de descubrirte. Ahora mismo te enlazo!!
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