En primer lugar, quisiera dar la bienvenida a una nueva seguidora: Jaspe, compañera de fatigas y autora del blog 1259 y siguientes, cuya lectura os recomiendo.
No ha mucho tiempo que leí un libro de los denominados de "Autoayuda" (aunque, ciertamente, se me antoja atípico dentro de esa categoría), titulado "Desarrolla una mente prodigiosa" y cuyo autor es Ramón Campayo, que está considerado como una de las personas de mayor fuerza mental del mundo y tiene varias plusmarcas mundiales de memoria, tanto rápida como de fondo.
Pues bien, en dicha obra, que asimismo os recomiendo leer, existe un capítulo que se titula "El Poder creador de la mente". En él plantea una cuestión que no por cotidiana nos es más conocida, al contrario, pues al adentrarse en los mecanismos de funcionamiento del pensamiento, del que aún no conocemos prácticamente nada, produce cierto rechazo, instintivamente lógico aunque irracional, ante algo desconocido.
¿Quién no ha padecido alguna vez, por culpa de los nervios incontrolados, un dolor de estómago, una diarrea, un dolor de cabeza, angustia, etc.? Todas y cada una de éstas sensaciones físicas han sido creadas por la mente inquieta y sin control. Su efecto físico es completamente real y no pertenecen a la imaginación, como muchas personas puedan pensar.
¿Qué sucede posteriormente, después de experimentar estas malas sensaciones físicas? Sucede que, cuando esas sensaciones (o las experiencias que las provocan) se repiten con la suficiente frecuencia, pueden llegar a provocar que hasta nuestros sentimientos más profundos se resientan.
¿Y qué puede sucedernos entonces a nivel mental? Las sensaciones repetidas de nervios o de angustia pueden limitarnos realmente en nuestro trabajo, en nuestras relaciones sociales y, en general, en muchas de las situaciones cotidianas. Por ejemplo, a nosotros, los opositores, a medida que se acerca la fecha del examen un aumento excesivo del nivel de angustia o ansiedad, en lugar de favorecer nuestra concentración, suele dificultarla, disminuyendo nuestro rendimiento. Lo que se suele convertir en un circulo vicioso: ante nuestra percepción de menor rendimiento la mente reacciona aumentando la ansiedad (mecanismo que es un vestigio del cerebro primitivo, cuando ante un peligro era necesario activar procesos biológicos que aumentasen la frecuencia cardiaca, y preparasen a nuestro cuerpo para huir), aumentando con ello nuestra preocupación y disminuyendo, de forma inversamente proporcional, la concentración. Con esto no quiero generalizar; es bien sabido que cada persona reacciona de un modo diferente a los estímulos externos, aunque me temo que el patrón que he descrito se repite con demasiada frecuencia.
Hemos visto como una simple acción mental, debida a descontrol de nervios, puede desencadenar verdaderas sensaciones no deseadas. Y yo me pregunto: ¿Por qué el poder creador de nuestra mente funciona mejor para crear realidades físicas o psíquicas negativas que para hacer lo propio con las realidades positivas? Puede que, inconscientemente, y debido a nuestras propias dudas, seamos capaces de crear aquello que tememos. Lo provocamos inconscientemente.
Pero, al igual que podemos crear con nuestra mente realidades mentales y físicas negativas, también podemos hacerlo con otras positivas.
¿CUÁLES SON LAS CLAVES DE NUESTRO PODER MENTAL?
Según Ramón Campayo, las claves de nuestro poder mental son tres, y nos permiten controlar nuestra personalidad, nuestra vida e incluso nuestro destino. Estos tres modos de operación personal forman, en definitiva, nuestra realidad; y son: El PENSAMIENTO, la PALABRA y la ACCIÓN. Expresado de una manera sintetizada, se trataría de pensar en positivo, hablarnos a nosotros mismos en positivo y actuar en consonancia.
El capítulo finaliza con unas palabras que considero merece la pena reproducir:
"Cambia tus pensamientos por otros nuevos, mejores. Conviértete en tu mejor amigo de verdad, todos los días, ayúdate y quiérete como tal. ¡Crea! pues eso significa mirar hacia delante. Muévete por el camino de la vida creando la mejor imagen de ti, la imagen suprema de tu persona. Hazlo con ilusión y con amor. No te preocupes por el resultado: Vendrá sólo y siempre te será favorable. No podría ser de otro modo".
No ha mucho tiempo que leí un libro de los denominados de "Autoayuda" (aunque, ciertamente, se me antoja atípico dentro de esa categoría), titulado "Desarrolla una mente prodigiosa" y cuyo autor es Ramón Campayo, que está considerado como una de las personas de mayor fuerza mental del mundo y tiene varias plusmarcas mundiales de memoria, tanto rápida como de fondo.
Pues bien, en dicha obra, que asimismo os recomiendo leer, existe un capítulo que se titula "El Poder creador de la mente". En él plantea una cuestión que no por cotidiana nos es más conocida, al contrario, pues al adentrarse en los mecanismos de funcionamiento del pensamiento, del que aún no conocemos prácticamente nada, produce cierto rechazo, instintivamente lógico aunque irracional, ante algo desconocido.
¿Quién no ha padecido alguna vez, por culpa de los nervios incontrolados, un dolor de estómago, una diarrea, un dolor de cabeza, angustia, etc.? Todas y cada una de éstas sensaciones físicas han sido creadas por la mente inquieta y sin control. Su efecto físico es completamente real y no pertenecen a la imaginación, como muchas personas puedan pensar.
¿Qué sucede posteriormente, después de experimentar estas malas sensaciones físicas? Sucede que, cuando esas sensaciones (o las experiencias que las provocan) se repiten con la suficiente frecuencia, pueden llegar a provocar que hasta nuestros sentimientos más profundos se resientan.
¿Y qué puede sucedernos entonces a nivel mental? Las sensaciones repetidas de nervios o de angustia pueden limitarnos realmente en nuestro trabajo, en nuestras relaciones sociales y, en general, en muchas de las situaciones cotidianas. Por ejemplo, a nosotros, los opositores, a medida que se acerca la fecha del examen un aumento excesivo del nivel de angustia o ansiedad, en lugar de favorecer nuestra concentración, suele dificultarla, disminuyendo nuestro rendimiento. Lo que se suele convertir en un circulo vicioso: ante nuestra percepción de menor rendimiento la mente reacciona aumentando la ansiedad (mecanismo que es un vestigio del cerebro primitivo, cuando ante un peligro era necesario activar procesos biológicos que aumentasen la frecuencia cardiaca, y preparasen a nuestro cuerpo para huir), aumentando con ello nuestra preocupación y disminuyendo, de forma inversamente proporcional, la concentración. Con esto no quiero generalizar; es bien sabido que cada persona reacciona de un modo diferente a los estímulos externos, aunque me temo que el patrón que he descrito se repite con demasiada frecuencia.
Hemos visto como una simple acción mental, debida a descontrol de nervios, puede desencadenar verdaderas sensaciones no deseadas. Y yo me pregunto: ¿Por qué el poder creador de nuestra mente funciona mejor para crear realidades físicas o psíquicas negativas que para hacer lo propio con las realidades positivas? Puede que, inconscientemente, y debido a nuestras propias dudas, seamos capaces de crear aquello que tememos. Lo provocamos inconscientemente.
Pero, al igual que podemos crear con nuestra mente realidades mentales y físicas negativas, también podemos hacerlo con otras positivas.
¿CUÁLES SON LAS CLAVES DE NUESTRO PODER MENTAL?
Según Ramón Campayo, las claves de nuestro poder mental son tres, y nos permiten controlar nuestra personalidad, nuestra vida e incluso nuestro destino. Estos tres modos de operación personal forman, en definitiva, nuestra realidad; y son: El PENSAMIENTO, la PALABRA y la ACCIÓN. Expresado de una manera sintetizada, se trataría de pensar en positivo, hablarnos a nosotros mismos en positivo y actuar en consonancia.
El capítulo finaliza con unas palabras que considero merece la pena reproducir:
"Cambia tus pensamientos por otros nuevos, mejores. Conviértete en tu mejor amigo de verdad, todos los días, ayúdate y quiérete como tal. ¡Crea! pues eso significa mirar hacia delante. Muévete por el camino de la vida creando la mejor imagen de ti, la imagen suprema de tu persona. Hazlo con ilusión y con amor. No te preocupes por el resultado: Vendrá sólo y siempre te será favorable. No podría ser de otro modo".
4 comentarios:
Muy interesante...¡¡gracias por el recibimiento!!
Buenas. Acabo de conocer tu blog y me parece muy interesante. Conozco el libro del que hablas porque también lo lei hace tiempo, al principio de empezar con las oposiciones y creo que tiene mucha razón en muchas de las cosas que dice. Pero que difícil es pensar en positivo en algunas ocasiones sobre después de algunas de las embestidas que nos da esta oposición.
Y nada, un placer descubrir tu blog.Espero seguirlo
Tienes un premio en mi blog:) Cuando quieras pasa a recogerlo;)
Guapísimo, me alegra que tu blog siga creciendo y que, cada vez, lo leamos más gente. No tiene desperdicio y lo has diseñado muy bien, con mucha información valiosa para los opositores, que te lo agardecemos mucho.
Eres un crack. Sigue así.
Besos.
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