Hoy, aunque no viene a cuento, quiero hablaros de una sensación que he podido experimentar, ya desde mucho tiempo atrás, aunque quizá no era plenamente consciente de ella.
¿Os habéis dado cuenta que el modo subjetivo con el que percibimos el paso de las horas es indicativo y conformador de nuestro estado anímico frente al estudio y, a la vez, conformador del mismo de cara al futuro más inmediato?
Tranquil@s, chic@s, que no me he "chutado" nada ni he confundido mis "luckys" con "chiflis"....Simplemente llevo demasiadas horas de estudio, y a cada uno le afectan de una manera diferente, no? Hay opositores que el cante de final del día les "pone" y hay otros que nos dedicamos a divagar, y divagar, y divagar....
Efectivamente; como os iba diciendo, he podido darme cuenta que los días en los que estoy plenamente concentrado, con el paso de las horas, aunque, sin duda la fatiga mental va en aumento, soy consciente de mi elevado rendimiento y ello constituye un acicate y un revulsivo para seguir y no para descansar. En otras palabras, aunque esté cansado, un misterioso impulso masoquista-carperiano me impulsa a continuar en mi tarea. En esos días el horario no es necesario. Las horas se pasan sin darme cuenta y, cuando he querido percatarme, ya he cumplido el horario y los objetivos. No sé si soy demasiado raro, pero supongo que a vosotr@s os sucederá algo parecido.
Por el contrario, los días en los que la cabeza, ese perolo que tenemos sobre los hombros, se empeña en no centrarse en el temario (en divagar fuera del horario de divagación), las horas caen como losas sobre mi estado anímico-opositoril. Estoy pendiente de cumplir mi horario, pero no disfruto con los temas. Cada página pesaaa, pesaaaa, pesaaaa...Y al final del día llegas exhausto, con unas ganas enorrrmes de descansar, cuando apenas has rendido en todo el día.
Y os cuento ésto porque, últimamente, por suerte, tengo más días de los primeros que de los segundos. Esperemos que la racha continúe, cruzo los dedos. ¿O debería cruzar las neuronas? No, mejor no, no la vayamos a fastidiar.
¿Os habéis dado cuenta que el modo subjetivo con el que percibimos el paso de las horas es indicativo y conformador de nuestro estado anímico frente al estudio y, a la vez, conformador del mismo de cara al futuro más inmediato?
Tranquil@s, chic@s, que no me he "chutado" nada ni he confundido mis "luckys" con "chiflis"....Simplemente llevo demasiadas horas de estudio, y a cada uno le afectan de una manera diferente, no? Hay opositores que el cante de final del día les "pone" y hay otros que nos dedicamos a divagar, y divagar, y divagar....
Efectivamente; como os iba diciendo, he podido darme cuenta que los días en los que estoy plenamente concentrado, con el paso de las horas, aunque, sin duda la fatiga mental va en aumento, soy consciente de mi elevado rendimiento y ello constituye un acicate y un revulsivo para seguir y no para descansar. En otras palabras, aunque esté cansado, un misterioso impulso masoquista-carperiano me impulsa a continuar en mi tarea. En esos días el horario no es necesario. Las horas se pasan sin darme cuenta y, cuando he querido percatarme, ya he cumplido el horario y los objetivos. No sé si soy demasiado raro, pero supongo que a vosotr@s os sucederá algo parecido.
Por el contrario, los días en los que la cabeza, ese perolo que tenemos sobre los hombros, se empeña en no centrarse en el temario (en divagar fuera del horario de divagación), las horas caen como losas sobre mi estado anímico-opositoril. Estoy pendiente de cumplir mi horario, pero no disfruto con los temas. Cada página pesaaa, pesaaaa, pesaaaa...Y al final del día llegas exhausto, con unas ganas enorrrmes de descansar, cuando apenas has rendido en todo el día.
Y os cuento ésto porque, últimamente, por suerte, tengo más días de los primeros que de los segundos. Esperemos que la racha continúe, cruzo los dedos. ¿O debería cruzar las neuronas? No, mejor no, no la vayamos a fastidiar.
8 comentarios:
Bufffffffff!
eso mismo me pasa a mi Emilio! yo llevo una rachita que mi nivel de concetracion me sorprende hasta a mi! lo malo es que los dias que me paso horas y horas delante del carperi y me disperso, aunque haya estado las mismas horas no me cunde nada y me frustro que da gusto (no iba con ánimo de rima)jeje
ánimo!!!!!!!!!!!!!
un abrazo.
Juas me tienes abandoná y no te has percatado de que has puesto la misma imagen de mi última entrada jajajajajaaa Eso es que tenemos telepatía opositoril! XD (Bueno, la verdad es que hablando de tiempo es bastante común, pero mola más pensar que los opositores tenemos un vínculo especial, a que sí?XD). Venga, aprovecha esa racha de alto rendimiento que no hay nada mejor para el ego y para que el tiempo de oposición se reduzca.
¡A por ellos!
¡Jo, pequeño!, pues aprovecha esos días de tanto rendimiento...qué aplicado es el nene...¡qué suerte!.
PUCE-BESOS.
A aprovechar esos dias al maximo!! para mi la verdad es que depende de los temas, hay temas por los que paso sin enterarme y otros que por mas que quiero ni en tres horas y se me va el santo al cielo mirando el papel.
Bueno, bueno...ya era hora..nos tenias el blog muy abandonado tras el regreso de tu residencia estival...(aunque se que es por una buena causa y a ti se te perdona tó -sí, ya se que soy una pelotilla, jajaja-).
Vale, pues tras esta entrada me parece que me voy a ir a estudiar contigo a ver si se me pega algo porque yo tengo más dias de los segundos que de los primeros...
Estás seguro que no tomas nada?? Aqui, entre nosotros: cuenta, cuenta.. jajaja.
Ahora en serio, aprovecha esa buena racha, que a lo mejor puedes ampliar tus expectativas en el TS y lo mismo nos sorprendes (ojalá!!!).
Besitos
exacto!!
- la foto es la misma que la de Mery,
- aprovecha esos días y disfruta de ellos, porque es cuando llegas a la cama con la conciencia tranquila y sientaaaa que mmmmmmm!! de vicio!, yo soy de las que ultimamente se lleva el codigo a la cama, porque... llevo muchas cosas con hilillos o deje cosas sin acabar,...
en fin!! cruza las neuronas si hace falta pero si asi se prolonga, dame el truco!!! XD
Jeje, también está el problema de cuando llevas el día muy bien y empiezas a confiarte: "¿son las diez y me he mirado ya dos temas? Uy, qué buen ritmo, voy a ponerme un poco de música para estudiar más ameno. Me dá tiempo hasta para revisar los mails y el foro. ¿Y si me preparo un colacao?..."
Y al final es una mañana normalucha más ;))
Hola Emilio. Me he decidido a escribir en tu blog, muy currado por cierto.
En lo que comentas totalmente de acuerdo. Yo lo que hago cuando me disperso es irme a correr o a coger la bici. Me despeja mucho y repongo fuerzas. Una abrazo y dale fuerte a esos temas
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